Exámenes de Selectividad: los secretos mejor guardados - Academia CLAUSTRO

Exámenes de Selectividad: los secretos mejor guardados

Con frecuencia muchos alumnos sienten curiosidad y les preguntan a sus profesores cómo es el proceso de elaboración del examen PEvAU (antigua Selectividad).

¿Quién se encarga de preparar las pruebas? ¿Cómo se seleccionan los textos o se eligen los problemas y demás preguntas para cada una de las asignaturas? ¿Con cuánta antelación se lleva a cabo dicha elaboración? ¿Dónde se guardan los exámenes hasta el día en que dan comienzo? ¿Quiénes conocen el contenido exacto de cada uno de los exámenes? Interrogantes de esta índole pasan por la cabeza de un estudiante conforme se acerca la fecha de la convocatoria de junio o septiembre de la prueba de acceso a la Universidad. Aquí están las respuestas a esas dudas.

¿Quién prepara el examen?

El Distrito Único Andaluz establece que cada año una de las Universidades de nuestra comunidad se ocupe de preparar los exámenes.

¿Cuándo empieza el proceso de elaboración y cómo se custodian las pruebas?

El proceso en sí comienza meses antes de que los alumnos realicen la prueba. Los exámenes están sometidos a una rigurosa y enorme protección y no se escatima en medios para garantizarla: furgones blindados, vigilantes de seguridad, cajas fuertes…. Solamente un reducido grupo de personas conoce el lugar de cada universidad en el que están guardados. El secretismo del contenido de las diferentes pruebas es máximo y alcanza niveles insospechados. Así, por ejemplo, hay comunidades en las que únicamente los vicerrectores de alumnos de cada universidad tienen conocimiento de qué examen va a caer. Tras ser imprimidos, los exámenes de cada asignatura pasan a guardarse en una caja fuerte del edificio del vicerrectorado de la que solamente una persona sabe la clave.

Más de 800.000 copias de los exámenes preparadas para la Selectividad de junio de 2019

¿Cómo se lleva a cabo la elaboración del examen?

Se comienza creando comisiones por cada una de las materias. En dichas comisiones intervienen docentes universitarios y de secundaria. Los diferentes grupos de profesores se reúnen y analizan los contenidos que los estudiantes deben saber y elaboran seis exámenes distintos para cada una de las asignaturas. Una vez que los profesores unifican criterios y contenidos, cada comisión debe redactar, aproximadamente en el mes de abril, los seis exámenes que se guardan, posteriormente, en sobres lacrados e independientes. Además, se archivan en soporte digital para poder ser mandados a la Universidad que se encargue de preparar la Selectividad o PEvAU para todos los centros de Andalucía.

¿De qué manera se elige el examen?

En cuanto finaliza todo este largo proceso inicial, el examen que los alumnos deberán realizar se escoge al azar: mediante un sorteo se determina cuál es el examen titular de entre los seis modelos preparados y cuáles son los suplentes para cada materia. De esta fase del sorteo quedan ya al margen los miembros que han estado en las distintas comisiones y muy pocas personas saben cuáles son las preguntas definitivas a las que deberán enfrentarse los alumnos. Sin embargo, aquí es donde puede intervenir un poco la intuición por parte de los  estudiantes o de los profesores de sus respectivos centros, para averiguar por dónde pueden ir los tiros de las preguntas: fechas clave, aniversarios, acontecimientos importantes, una obra nueva de literatura que haya que leer para ese curso (como sucedió en junio con “Historia de una escalera”)….

Los exámenes suplentes o reservas quedarán para aquellos estudiantes que hayan elegido opciones que coincidan en hora y día y para los que, por algún motivo de fuerza mayor, vean interrumpido el proceso de la prueba.

Una vez que se ha realizado el sorteo y que se han establecido los respectivos exámenes, es hora de la impresión. La empresa encargada de la misma firma un contrato de confidencialidad y se compromete a no revelar ningún tipo información de los exámenes. Es el personal de la propia Universidad el que supervisa y controla las tareas de impresión y a los trabajadores que llevan a cabo esa labor, en la que se tarda algo más de una semana.

¿Cómo se custodian los exámenes hasta el día de inicio de las pruebas?

Cada Universidad tiene que ir a recoger las copias de exámenes que necesite y guardarlas bajo máxima protección y seguridad. Y, una vez más, no se escatiman esfuerzos ni gastos para ello: cajas fuertes, cámaras, puertas acorazadas, estanterías, sistemas antiincendios… Todo más propio de una película de espías o de ciencia-ficción y para lo que se emplean entre 10.000 y 15.000 euros. La estrecha vigilancia y seguridad se conservan hasta la convocatoria de septiembre.

Cuando los exámenes llegan a su destino metidos en sobres y en cajas, cada Universidad pública andaluza que realiza la prueba de PEvAU (Selectividad) tiene que encargarse de la custodia de esos exámenes y repartirlos, posteriormente, por los centros en los cuales se llevarán a cabo los exámenes. Todo este complejo y costoso proceso tiene como meta que ningún alumno conozca absolutamente nada de las pruebas que deberá realizar.

¿Cuál es el proceso de corrección?

Finalizados los exámenes, cuya única identificación es la de un código de barras por alumno, se corrigen desde el jueves hasta el martes de la semana siguiente, exceptuando el domingo, que queda como día sin corrección.

Cada profesor, identificado también con un código numérico, corrige, aproximadamente, 200 exámenes. Los docentes utilizan bolígrafo rojo en la primera corrección. Si existiera reclamación por parte de algún alumno, se realizaría una segunda corrección, esta vez con bolígrafo azul. Si hubiera una diferencia de más de dos puntos entre la primera y la segunda corrección, se produciría una tercera, en esta ocasión con bolígrafo verde.

Este largo, minucioso y laborioso proceso se repite año tras año para la elaboración de las pruebas de Selectividad o PEvAU. Sin embargo, no impide que se produzcan errores en el contenido o enunciado de algún examen (como sucedió en junio con el de Matemáticas y otros años con el de Lengua) o, incluso, filtraciones sobre las preguntas (como pasó en Extremadura en la pasada convocatoria de junio). Y es que, al fin y al cabo, nadie ni nada es perfecto.

Fuente: El Correo de Andalucía
Autor: RDJ

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