En esta época de clases virtuales existe una gran desconfianza sobre si los alumnos pueden recurrir a trucos para aprobar los exámenes online.

Control de exámenes virtuales

En esta época de clases virtuales existe una gran desconfianza sobre si los alumnos pueden recurrir a trucos para aprobar los exámenes online.

Las redes sociales, de hecho, están llenas de métodos y trucos para emplear las típicas “chuletas”, pero adaptadas al mundo digital.

Sin embargo, frente a todas estas ayudas con las que pueden contar los alumnos existen también numerosas plataformas para vigilar que un examen realizado a distancia se realice con garantías. Estos sistemas para controlar exámenes usan toda tipo de técnicas: desde el reconocimiento facial hasta la presencia a través de una videollamada de un supervisor. Esta persona controla lo que hace el alumno en la prueba, pidiéndole que se identifique mientras muestra un documento de identidad a la cámara.

La supervisión de los exámenes preocupa hasta el punto de que el Ministerio de Universidades ha realizado un exhaustivo informe sobre este tema. En él se analizan los pros y los contras de cada metodología de examen online y las herramientas tecnológicas que se emplean, así como los métodos utilizados en otros países.

Este informe señala tres posibles sistemas de supervisión de exámenes: el primero, y el que más dudas suscita de cara a la privacidad de los datos de los alumnos, son los programas que permiten la certificación de la autoría y la vigilancia durante los exámenes. Estos usan técnicas como el reconocimiento facial y el de la voz. En segundo lugar está la supervisión online en vivo, que puede realizarla el profesor o una persona contratada para este fin. Por último, están los exámenes que cuentan con menos garantías: aquellos realizados sin supervisión en los que el alumno simplemente entra en una plataforma online con un usuario y contraseña. La única protección en este último caso puede ser la metodología de examen empleada.

El Ministerio de Universidades da varias recomendaciones para evitar el uso de medios fraudulentos en los exámenes online. La primera de ellas es evitar preguntas que puedan responderse simplemente memorizando contenidos, dándose prioridad a un análisis o reflexión propia.

Otra opción es hacer preguntas aleatorias, que pueden ser seleccionadas por un software. De esa forma cada estudiante tiene un tipo de examen diferente. El problema aquí es que, si hay un gran número de alumnos, esta opción es difícil llevarla a la práctica. Finalmente, está la opción que muchos centros y profesores pueden estar usando: la limitación de los tiempos del examen o del tiempo que se puede emplear en resolver cada pregunta o ejercicio. Esto evita que se puedan realizar trampas. Lo cierto es que ninguna de estas soluciones es perfecta, y menos cuando hay poca experiencia en su uso.

De hecho, el Consejo de Estudiantes ha publicado un comunicado de protesta por los métodos de examen que se están empleando. Se denuncia la grabación de los alumnos en vídeo durante los exámenes o la realización de tests de 90 preguntas en media hora. Pero también, y esto es igualmente importante, el hecho de que en algunos casos la realización de exámenes requiere de unos recursos que no todos los estudiantes tienen.

Como puede verse, la polémica sobre las posibles trampas a la hora de realizar exámenes a través de internet y la manera de controlar la realización de los mismos garantizando la privacidad de los estudiantes parece tener difícil solución.

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Fuente: La Vanguardia / RDJ

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