Claves para estudiar fuera de casa
Categorías: Selectividad, PEvAU
Poco a poco se acerca junio, fecha clave para todos aquellos alumnos que hayan superado con éxito sus estudios de bachillerato y llega, por tanto, la hora de realizar la siempre tan temida prueba de la PEvAU.
Seguro que si te has preparado correctamente durante los últimos meses no tendrás ningún tipo de problemas para lograr superar dicho examen y poder acceder a los estudios universitarios.
Muchos alumnos se quedarán en su ciudad para poder cursarlos, pero tal vez tú seas algo más atrevido y aventurero y tengas decidido marcharte a una ciudad diferente o, incluso, al extranjero a estudiar. Puede que, entonces, te asalten algunas dudas lógicas y te preguntes, por ejemplo, dónde vivir, cómo manejarte fuera de tu país con los gastos, qué hacer si necesitas acudir al médico…
A continuación tienes algunas recomendaciones y consejos que pueden facilitarte tu experiencia como estudiante en alguna ciudad que no sea la tuya natal o en un país extranjero.
1. ¿Residencia o piso compartido?
La primera preocupación a la hora de irse de casa para estudiar es, posiblemente, encontrar un alojamiento que satisfaga las exigencias del inquilino sin arruinarle a él o a su familia. Es el gasto más importante, según el experto en finanzas de iAhorro, Antonio Gallardo, ya que supera con creces al resto de los costes. El experto señala que una solución práctica y muy en boga en los últimos años es recurrir a las residencias estudiantiles, cuyo precio depende del establecimiento y de las condiciones.
“Las residencias estudiantiles no cubren toda la demanda, por lo que son muchos los que eligen el piso compartido”, señala, sin embargo, Gallardo. “Suelen ser más económicos que las residencias”, añade, pero para evaluarlos correctamente habrá siempre que considerar la zona en la que se encuentran y el número de personas con las que se deberá compartir.
2. Becas y ayudas
Una manera bastante primordial de ahorrar en los costes de la universidad es acceder a las ayudas a la educación que ofrecen distintas instituciones. Las que dependen del Ministerio de Educación vienen determinadas por el nivel de renta del estudiante o de su familia o por el patrimonio, por lo que existen varios tramos.
“Las Comunidades Autónomas también tienen su propio sistema de becas, que tanto en criterios como en cuantía tiene bastante diferencias”, destaca Gallardo. Finalmente, las propias universidades ofrecen ayudas, como bonos para el comedor, apoyo al estudio o programas de movilidad, entre otros.
2. Carnets joven y descuentos
Existe un conjunto de descuentos especialmente dedicados a los estudiantes y que convendrá aprovechar. Los carnets joven para el transporte (Renfe, por ejemplo), los museos, los restaurantes, las tiendas, son un ejemplo de ello, señala Gallardo. Suelen ir asociados a la tarjeta de algún banco y sus condiciones se establecen en cada Comunidad Autónoma.
Las mismas regiones tienen programas de descuentos propios, que a veces están vinculados con una entidad financiera. Las empresas particulares también ofrecen buenas ventajas. “En telefonía, por ejemplo, se encuentran tarifas ligadas a la edad del usuario”, destaca, “así como grandes empresas como Microsoft y Apple conceden descuentos a quienes justifiquen el estatus de estudiante universitario a través de la matrícula o del carnet”.
Carné Joven de Andalucía
Puedes obtener el Carné Joven de la Junta de Andalucía en las Direcciones Provinciales del Instituto Andaluz de la Juventud, Centros Gestores de tu localidad y a través de Internet.
Te ofrece numerosas ventajas y descuentos (consúltalos aquí)
Carné Internacional de Estudiante (ISIC)
El Carné Internacional de Estudiante (ISIC) es una acreditación universal, reconocida por la UNESCO, que identifica a su titular como estudiante en 120 países del mundo. Lo gestiona la International Student Identity Card Association, entidad sin ánimo de lucro vinculada a la International Student Travel Confederation (ISTC).
Carné Internacional de Viajes para Jóvenes (IYTC)
Los jóvenes menores de 26 años que hayan finalizado su formación o cursen estudios parciales pueden optar por el Carné Internacional de Viajes para Jóvenes (IYTC). Esta acreditación, gestionada también por la International Student Travel Confederation, permite obtener los mismos descuentos y servicios del ISIC.
Carné Joven Europeo (European Youht Card)
El Carné Joven Europeo (European Youht Card) es un programa europeo iniciado en 1988 con el objetivo de que los jóvenes de 14 a 30 años (o 26 en función del país o comunidad que lo expide) puedan acceder a bienes culturales y servicios que contribuyan a mejorar su calidad de vida y favorecer su movilidad geográfica.
3. Y si falta dinero… ¿Pedir prestado? ¿Trabajar?
Los préstamos dirigidos a estudiantes existen, especialmente, para máster, posgrados o estudios en el extranjero. “Se trata de pequeñas cantidades y plazos cortos”, asevera Gallardo, quien señala que muchas veces se requieren las garantías de los padres, ya que las que suele ofrecer un estudiante resultan insuficientes.
“En muchos préstamos no solo se cubren los gastos de matrícula, sino también la manutención, el desplazamiento o el alojamiento”, añade. Pero cuidado: la carga económica estará ahí, porque se retrasa pero habrá que asumir más adelante los gastos y los intereses del préstamo.
Otra manera de conseguir dinero es, por supuesto, a través del trabajo. Desde el punto de vista formativo, en palabras de Gallardo, “suelen ser trabajos muy alejados del ámbito de los estudios, aunque en el caso de las becas remuneradas constituyen una buena aproximación al mercado laboral”.
4. Una cuenta con tarjeta de débito
En todo caso, mientras duren tus estudios, el experto aconseja que tengas una cuenta bancaria personal, porque son prácticas y para estudiantes hay productos especiales sin comisiones. “Es especialmente importante cuando estudias lejos de casa y tienes que hacer frente tanto a pequeños gastos diarios como a otros de mayor cuantía, por ejemplo el alquiler o los recibos”, dice.
La característica más importante que este tipo de cuenta debe tener, en su opinión, es la ausencia de comisiones de administración y de las operaciones más básicas, como las transferencias. Se mirarán con lupa las condiciones, como la exigencia de tener un saldo mínimo, y qué ocurre cuando el estudiante deja de serlo, “ya que la cuenta puede transformarse entonces en un producto con costes”.
En cuanto a las tarjetas de pago asociadas a este tipo de cuenta, Gallardo subraya que “la tarjeta de crédito es rara y, si se concede, es muy limitada”. La razón es que el estudiante, a diferencia del trabajador, no tiene ingresos recurrentes que garanticen el pago aplazado. Mucho más común, en este caso, es la tarjeta de débito, que solo permite gastar el dinero que hay depositado en la cuenta de ahorro.
5. Fuera de Europa, cuidado con el gasto sanitario
Si vas a estudiar en el extranjero, lo más importante es tener en cuenta que en determinados países los gastos a los que se enfrenta un estudiante pueden ser muy superiores a los de España. Si se está utilizando una beca Erasmus, además, esta puede revelarse insuficiente.
Un problema sanitario puede también constituir un imprevisto muy oneroso, sobre todo si el país donde el estudiante ha decidido residir no se encuentra en la UE o en Suiza, donde la tarjeta sanitaria europea asegura a quien la posea las mismas prestaciones que las que se ofrecen a los nacionales. En este caso, Gallardo aconseja suscribir un seguro médico privado.
Y si estamos lejos de la zona euro y el dinero escasea, existen unas aplicaciones como Circle o Transferwise que permiten el envío de efectivo en países con otra divisa. “Lo más práctico es combinar estos sistemas con el uso de tarjetas bancarias para el pago de compras”, sugiere Gallardo. “Dentro de la zona euro no tienen comisiones, y fuera algunas las aplican por el cambio de divisa”, explica el experto. “Lo que sí resulta más caro es sacar dinero con nuestra tarjeta en cajeros en el extranjero, especialmente fuera de la eurozona”, añade.
6. Presupuesto
El presupuesto es fundamental para un joven que decida realizar sus estudios lejos de casa, tanto en España como en el extranjero. “Hay que calcular bien los gastos”, advierte Gallardo. La matrícula, antes de todo. “Es un gasto fijo, cerrado, que no se puede modificar, y depende de qué se estudia y de las veces que uno tiene que matricularse en la misma asignatura”. Por ello, el experto aconseja hacerlo solo por un número de cursos que se considera asumible. “Matricularte de más tiene un importante sobrecoste, especialmente en carreras técnicas, que son más caras”, redunda.
Además del alojamiento y la manutención, los transportes tendrán también un lugar especial en el presupuesto, ya que “incluso si vives en la misma ciudad en la que estudias, tendrás gastos para moverte”, subraya Gallardo.
Si tienes en cuenta las claves y los consejos ofrecidos anteriormente, seguro que tu estancia fuera de casa para llevar a cabo tus estudios universitarios se convierte en mucho más fácil y únicamente tendrás que preocuparte por el objetivo por el que te fuiste de tu ciudad: estudiar.
—
Fuente: EL PAÍS / RDJ
Este contenido no permite comentarios.