España es el país de la Unión Europea que tiene una mayor tasa de abandono escolar a edad temprana: el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que como mucho terminó la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y no está estudiando.

Medidas contra el abandono escolar

Uno de los grandes problemas del sistema educativo español es la elevada tasa de abandono escolar. Pasan los años y nadie parece acertar a la hora de tomar medidas para reducir de una vez por todas el alto número de alumnos que abandonan los estudios.

España es el país de la Unión Europea que tiene una mayor tasa de abandono escolar a edad temprana: el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que como mucho terminó la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y no está estudiando. En España alcanza el 17,9% (el 7% del total de jóvenes de esas edades ni siquiera tiene la ESO), mientras la media de la UE está en el 11,9%.

Los jóvenes que abandonan las aulas lo hacen principalmente para encontrar trabajo, según concluye una investigación del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) realizada por Lorenzo Serrano, Ángel Soler y Laura Hernández. Sin embargo, esta decisión resulta, al final, contraproducente: el abandono temprano implica para los jóvenes menos posibilidades de encontrar empleo y tener que conformarse con trabajos menos estables y peor pagados. El abandono es cuatro veces y media más frecuente entre quienes no terminaron la ESO. Afecta más a los hijos de emigrantes. Y se reduce cuanta mayor formación y recursos económicos tienen los progenitores. El estudio del IVIE reveló que la tasa de abandono de los alumnos de hogares que llegaban a fin de mes «con mucha facilidad» era del 7%. Entre los que llegaban a fin de mes «con mucha dificultad» se disparaba al 44,5%.

Ante este panorama tan descorazonador, algunos profesores han propuesto una serie de medidas para intentar reducir el abandono escolar en España:

Reforzar las primeras etapas

Las bases del abandono escolar se sienten ya en Primaria, aunque físicamente los alumnos sigan yendo a clase, y piden por ello reforzar esta etapa. Eduardo Ferrer Grima, que fue durante 28 años profesor director del colegio Arturo Soria de Madrid, cree, además, que la educación obligatoria debería adelantarse a los tres años, teniendo en cuenta los estudios que apuntan a la influencia que haber cursado esta etapa tiene en el éxito académico posterior.

Aumentar las becas en enseñanzas no universitarias

La primera causa por la que los alumnos dejan de forma temprana los estudios es la de conseguir un trabajo. Lo hacen en mucha mayor proporción los alumnos de hogares pobres. Para reducir la tasa, razonan Pedro Badía y Alonso Gutiérrez, de la Secretaría de Política Educativa de Comisiones Obreras, sería muy eficaz aumentar las becas y ayudas económicas en las enseñanzas no universitarias.

Más Formación Profesional

Son muchas las voces que creen que la batalla contra el abandono temprano debe ganarse en la Formación Profesional, la enseñanza que consideran más atractiva para el alumnado que ahora deja los estudios. «Faltan centros de FP y falta orientar a los alumnos hacia esta rama de la educación que tan buenos resultados está dando», señala María Teresa Parla, profesora de Electrónica en Madrid. La docente recuerda que solo el 12% de los jóvenes de 15 a 19 años cursan FP frente al 25% de media en la OCDE. Algunos profesores reclaman, además, más FP dual, en la que los alumnos compaginen las clases con trabajo remunerado en empresas.

Bajar las ratios

La reducción del número de alumnos por aula es considerada por docentes, orientadores y padres una necesidad para poder ofrecer una educación más personalizada que, con mucha frecuencia, queda enmascarada por la estadística. En España hay, de promedio, 14 estudiantes por aula, pero Beatriz Alonso, profesora de Secundaria en A Coruña, apunta: «En la España vacía hay muchos centros educativos con muy poco alumnado. Sin embargo, la realidad es que en otros lugares hay otros muchos con las clases hasta los topes». A. Castro, profesor de FP en la misma ciudad, añade: «Cada año entran 22 adolescentes en mi taller a los que puedo atender tres minutos por hora. Ese es un gran problema. Antes de la LOMCE la ratio era de 15, por lo que tenía cuatro minutos por hora, era poco, pero ahora es peor».

Potenciar los equipos de orientación escolar

Parte de las respuestas consideran que el abandono se reduciría con mejores equipos de orientación, que en muchos centros corren ahora a cargo de profesionales con centenares de alumnos a su cargo. «Los equipos de orientación apenas pueden diagnosticar, y no tienen recursos para tratar a los alumnos con necesidades educativas», afirma David González, orientador en Madrid. González considera que, debido a esas carencias se produce «un sobrediagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y un infradiagnóstico de trastornos de lectura, cálculo y dislexia».

Esperemos, por el bien del sistema educativo español y de los jóvenes, que medidas como estas y otras similares que se puedan adoptar sirvan para mejorar definitivamente el problema del abandono escolar en nuestro país.

Fuente: EL PAÍS / RDJ

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